3 feb 2012

El viajero del tiempo (I)

Kurt aún dormía cuando sonó el teléfono, el viernes se había pegado toda la noche de fiesta con su novia y ni siquiera recordaba a qué hora había llegado a casa, el dolor de cabeza de la resaca parecía martillear su cerebro sin parar pero el sonido de su teléfono móvil llamando pronto le espabiló del todo.

Kurt era un joven de 28 años fuerte y atlético, más bien retraído, de carácter antipático y poco sociable, aunque ahora llevaba una vida feliz junto a su madre y su novia. No era del todo una persona cerrada, si le preguntaban respondía y en ocasiones reía, solo trataba mal a las personas que hacían lo mismo con él.

Lo cierto es que tenía motivos para ser así, su vida no había sido precisamente un camino de rosas: cuando tenía 13 años, su padre -de profesión policía- murió en un forcejeo intentando detener a un ladrón armado que acababa de robar un banco; lo peor es que ese día su padre ni siquiera estaba de servicio, murió en su día libre solo por hacer lo correcto y el ladrón quedó libre sin que nadie moviera un dedo para detenerlo, murió en vano y eso era lo que más rabia le daba.

A raíz de lo ocurrido en el pasado empezó a desconfiar de las personas y a adquirir la falsa creencia de que todo el mundo era egoísta e interesado, por eso se alistó a las fuerzas armadas (no quería ser policía, también los consideraba corruptos) y allí consiguió un buen puesto de soldado, quería crear un mundo más seguro en el que la violencia fuera erradicada y que el derecho a la seguridad y a la vida fueran lo más importante.


En uno de sus recorridos por las instalaciones del cuartel, a través de una puerta entreabierta pudo oir un par de científicos hablar sobre un proyecto experimental que revolucionaria el mundo, algo sobre partículas capaces de viajar más allá de la velocidad de la luz y viajar a través del tiempo. Si algo quería Kurt más que nada era volver a ver a su padre y que ese fatídico accidente nunca hubiera ocurrido, así que inmediatamente irrumpió en la conversación y convenció a los científicos para que le eligieran como voluntario del proyecto. Pasaron años hasta que  finalmente recibió la llamada que literalmente cambiaria su vida.

Kurt, aun adormilado, descolgó el teléfono:
    - ¿Si? ¿Quién es? –dijo mientras intentaba aguantar un bostezo.
    - ¿Kurt?, perdona ¿te he despertado?
    - Aaah……no importa Dr. Sommers, igualmente me hace un favor despertándome ¿Qué desea?
    - Lo tenemos Kurt, por fin lo tenemos

Su cara se transformó de repente y no podía ser más expresiva, sus ojos totalmente abiertos indicaban que lo que había estado esperando toda su vida estaba a un solo paso de hacerse realidad, su boca abierta daba a entender que lo cierto es que nunca creyó que esa tecnología se pudiera llevar a cabo pero finalmente ahí estaba, existía y era real:

    -¿Entonces no me engaña? ¿De verdad lo han conseguido?
    -Si Kurt, por fin hemos podido crear una máquina del tiempo estable, y tal y como habíamos acordado tu serás el primero en probarla.
    -Dios….no me lo puedo creer….es….
    -Jajaja, sin palabras ¿eh muchacho? escucha, acércate al laboratorio cuando quieras y te explicare más o menos como funciona, estaré aquí todo el día.
    - No hace falta que lo diga dos veces, ahora mismo voy, nos vemos dentro de un rato.

Inmediatamente colgó el teléfono, se puso su chaqueta, se despidió de su madre dándole un beso en la mejilla y arrancó el coche a toda velocidad en dirección al laboratorio de la base. Cuando llegó allí vio que no había nadie, al fin y al cabo era fin de semana y todo el mundo estaba de descanso, solamente encontró allí el Dr. Sommers, al cual vio a lo lejos y se dirigió rápidamente a estrecharle la mano y acribillarle a preguntas sobre el experimento.

    - Buenos días Doctor, hoy realmente sí que me alegro de verle
    - Viniendo de ti lo tomare como un cumplido, anda, pasemos a la sala del fondo

Kurt y el doctor pasaron a una gigantesca sala llena de ordenadores y grandes monitores, también había lo que parecía ser una cabina hermética con una puerta de máxima seguridad, una camilla y un desfibrilador al lado, supuestamente por si algo salía mal.

    -Mira, te voy a explicar cómo funciona: esa cabina gigantesca que ves ahí es, digamos, la “maquina del tiempo” en sí, aunque en realidad es mucho más complejo y no quiero aburrirte con tecnicismos……bueno, en este ordenador de aquí es donde se introducen la fecha de la época a la que se quiere viajar, así como las coordenadas del lugar.
    -Parece muy fácil de usar.
    -Pues sí, la interfaz es tan simple que hasta alguien como tú podría manejarla sin problemas….sin ofender ¿eh?
    - Increíble… ¿y sería posible viajar también hacia el futuro como en las películas?
    - Me temo que eso no es posible, puesto que el futuro aun no ha pasado. Solo se puede viajar a lo que ya ha ocurrido, es decir, al pasado, nunca hacia delante.
    -¿Y ya han hecho alguna prueba? ¿Han enviado algo al pasado?
    -Así es, no podíamos enviar ningún objeto de nuestra época actual ya que desentonaría mucho con la tecnología del pasado y podría alterar el presente, así que debíamos enviar algo que permaneciera igual en todas las épocas, al final nos decidimos por algo tan simple como una manzana
    -Ya, pero una manzana es un objeto inerte, ¿han probado a enviar algún ser vivo para ver si funciona?
    -Afirmativo, conseguimos enviar a un ratón unos 2 años atrás en el tiempo, el cual puedes ver ahí en esa jaula sin daño alguno –Sommers señaló con el dedo a una jaula donde había un pequeño ratón blanco dormido entre algodones, al tiempo que acariciaba su frondosa y blanca barba en señal de orgullo.
    -Vale, ¿pero cómo consiguen volver los experimentos del pasado al presente? En el pasado no había maquinas del tiempo, ¿lo que viaja al pasado no se quedaría atrapado allí puesto que no podría volver al futuro tal y como usted acaba de decir?
    -Me alegra que me hagas esa pregunta aunque te lo iba a explicar de todas formas jeje… veras, ese fue uno de los mayores problemas al que nos enfrentamos, es cierto que no se puede viajar del pasado al futuro así que la única solución pasaba por crear un dispositivo que desde el presente nos permitiera teleportar de nuevo lo que se encuentra en el pasado hacia nuestra época actual. Es decir, los experimentos no pueden volver por si solos y tenemos que traerlos nosotros de vuelta a esta época.

El doctor apresuradamente sacó de un cajón una especie de fino brazalete con una correa y lleno de circuitos, se le veía muy emocionado con su nuevo invento.

    -Mira, este aparato incluye un chip que está enlazado a los ordenadores del laboratorio, se fija al brazo y es capaz de reconocer la posición exacta del individuo en el tiempo y el lugar para devolverlo a nuestra época, también incluye una microcámara con unas 24 horas de autonomía con la que podemos ver lo que está viendo el experimento en tiempo real, además de almacenarla en memoria para poder ver lo grabado en otro momento. Sin duda es…
    -Doctor, déjese de rollos, sabe a lo que he venido -Le interrumpió Kurt de repente en tono serio.

Sommers se le quedó mirando preocupado, como si deseara que Kurt nunca hubiera dicho eso.

    -Sí Kurt, se a que has venido…..y lo siento, pero la respuesta es No.
    -¡¡Es lo que he soñado siempre!! Me apunté de voluntario a este proyecto por esa única razón, ¡¡por favor déjeme viajar al pasado y salvar la vida de mi padre!!
    -¡No puedes hacer eso!, no sabemos los efectos que eso tendría en el presente, las consecuencias son totalmente impredecibles. No se debe cambiar el pasado y alterar toda la historia, a lo mejor ni siquiera podrías volver al presente.
    -¡¡Venga ya!! ¿¿Qué demonios va alterar que le salve la vida a mi padre?? El presente seguiría igual, solo que yo tendría a mi familia completa y sería feliz
    -¡He dicho que no! Y olvida ya ese tema o serás expulsado del proyecto. La prueba controlada será el próximo lunes, si aun quieres hacerla te espero aquí ese día y no hay más que hablar.

El doctor dio la conversación por terminada y se giró hacia los monitores, Kurt calló mientras intentaba eliminar toda su rabia interior. Mirando hacia todos lados vio un extintor en la pared que tenia al lado, lo cogió en silencio y tras pensarlo un instante, con cierto remordimiento dijo unas palabras:

    -Perdóneme doctor, lo siento de veras…

Sommers sabía lo que iba a ocurrir tras escuchar aquello, acto seguido sintió un fuerte golpe en la cabeza y cayó al suelo desmayado. Kurt comprobó que no había golpeado demasiado fuerte y que Sommers estaba fuera de peligro, cogió el brazalete de la mesa donde lo había dejado el doctor y se apresuró en ponérselo en el brazo, se dirigió hacia el ordenador de la máquina del tiempo para introducir todos los datos de aquella época incluyendo las coordenadas, se las había aprendido de memoria para aparecer justamente en un lugar cercano en caso de que algo así pasara. Se introdujo en la cámara y cerró la puerta por dentro,  al poco tiempo empezó a sentir un cosquilleo por todo su cuerpo mientras notaba que se le nublaba la visión; lo último que vio fue a Sommers levantarse aturdido y golpear enfadado el cristal mientras gritaba algo que no podía oír, hasta que finalmente todo se volvió negro durante un instante.

(Continuara)

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