27 oct 2012

La leyenda de John Marston

(Relato escrito expresamente para un concurso de literatura, los derechos de los personajes de este relato pertenecen a Rockstar games)

Derrick MacNeil no era un forajido común, era posiblemente el más cruel y sanguinario de todo Nuevo Paraíso. De descendencia irlandesa, sus padres tuvieron que viajar al nuevo mundo y asentarse en la ciudad de Escalera para poder sobrevivir duramente bajo el régimen del Coronel Allende. Pasó su infancia marginado por los demás niños por ser extranjero y no ser demasiado agraciado físicamente, su única diversión pasaba por matar animales que encontraba en sus largos paseos, a navaja primero y con revolver cuando cumplió la mayoría de edad.

Años más tarde, tras la muerte de sus pobres padres por tuberculosis, decidió dejar atrás esa ciudad y viajar por todo México perfeccionando su técnica de tiro con el objetivo de matar a Allende, al cual culpaba de su mala vida y la de su familia. Robos, asaltos, asesinatos….todo valía para ganar dinero y depurar su técnica, solo así su fama iba creciendo, solo así su ego quedaba satisfecho y se sentía alguien importante tras una dura infancia siendo un don nadie despreciado por todos.

Tras adquirir cierta fama y varias órdenes de busca y captura, decidió que ya era hora de regresar a su ciudad y darle muerte al Coronel como venganza. Sin embargo, a su regreso encontró un panorama totalmente distinto: no había ni rastro de Allende y ahora en la ciudad gobernaba un tal Abraham Reyes, alguien se le había adelantado y eso le enfurecía bastante. Bajó del caballo y agarró de la camisa al primer ciudadano que vio:
-Tu, sucio mexicano, ¿Dónde está Allende? ¿Y quién es ese Reyes que gobierna ahora? ¡Habla!.
-A...Allende está muerto, ahora el líder rebelde nos gobierna. –Dijo muerto de miedo.
-¿Quién mató a Allende? ¿Quién es el perro que se me ha adelantado?
-John Marston, un vaquero del norte, a él le debemos nuestra libertad, es una leyenda-Dijo esta vez totalmente lleno de orgullo.
-Una leyenda…. ¡aquí no hay mas leyenda que la mía! Encontraré a ese Marston y lo llenaré de plomo, yo acabaré con su leyenda, entonces todo el mundo hablará de mí.



No tardó mucho en partir hacia tierras estadounidenses; se aprovisionó con víveres y munición y salió en busca de aquel famoso pistolero. Tardó un par de días en llegar a la frontera del país y adentrarse en esas tierras hasta ahora desconocidas para él. Mientras cabalgaba hacia el norte, pudo ver en la distancia las ruinas de lo que parecía un fuerte bastante grande y recordó las mil historias que había oído sobre él; era el famoso Fort Mercer donde se escondía la temible banda de Bill Williamson, un lugar que todo el mundo prefería evitar, no obstante ahora era un lugar totalmente silenciado y carente de vida, por alguna razón la banda de Williamson ya no estaba allí y eso le inquietaba.

Prosiguió su viaje hasta que alcanzó la ciudad de Armadillo. El viaje le había dejado la garganta seca, así que se fue directo a la taberna y de paso aprovechó para sacar algo de información.
-Tabernero, ¿Qué le ha pasado a ese Fort Mercer? ¿No habitaba ahí la banda de Williamson?
-Já, los Williamson…. los Williamson son historia amigo, toda la banda fue asesinada uno a uno por ese hombre.
-¿Quién? ¿Quién fue capaz de acabar con todos ellos?-Preguntó deseando que la respuesta no fuera la que él se imaginaba
-Era un vaquero de más al norte, un tal…. ¿como se llamaba?.... Marston, sí, eso es, John Marston.
-Dígame donde puedo encontrar a ese Marston –Dijo intentando ocultar la rabia-Necesito…”hablar” con él.
-No tengo ni idea amigo, desde que liquidó a Williamson no se ha vuelto a saber de él, pero sé que pasó un tiempo en el rancho Macfarlane al noreste de aquí, quizás ahí le puedan dar más información.

Derrick partió nuevamente hacia el noreste y no descansó en ningún momento hasta llegar al rancho. Llegando a su destino, vio como un grupo de vacas le bloqueaba el camino:
-¡Quita, vaca!-Dijo dando una patada al aire
-Oiga, deje en paz al ganado, está pastando tranquilamente sin molestar a nadie -Dijo una voz a su espalda. Cuando Derrick se giró, vio a una joven muchacha rubia con aspecto de granjera.
-Y si no quiero, ¿qué hará?
-Si no quiere, avisaré a toda la familia Macfarlane y le aseguro que no saldrá de aquí bien parado.
-Así que este es el famoso rancho Macfarlane…. ¿es usted su dueña?
-El dueño es mi padre, Drew Macfarlane, yo soy su hija Bonnie y también lo dirijo junto a él.
-Entonces usted debe conocer a John Marston, dígame dónde puedo encontrarle.
-¿Por qué le busca? No le veo a usted con muy buenas intenciones.
-Esos asuntos no son de su incumbencia señorita, digamos simplemente que tengo un asunto pendiente con él y voy a borrarle del mapa.
-¿Usted va a matar a John Marston? ¿En serio? Jajajaja disculpe, pero me temo que eso va a ser imposible.
-¿Por qué? Me da igual lo buen tirador que sea, yo soy mejor.
-No es por eso, sino…..en fin, déjelo, el Rancho de los Marston se llama Beecher’s hope, lo encontrará varias millas al norte de aquí, no tiene perdida……bueno, yo me vuelvo al trabajo, buena suerte con eso de matar a Marston.-Dijo entre risas.

Extrañado por las palabras de Bonnie, Derrick volvió a partir por última vez hacia el norte, su objetivo estaba cerca y quedaba poco para superar a la leyenda.

Ya al atardecer, vislumbró a lo lejos lo que parecía ser un granero y a medida que se acercaba, vio una casa con un porche y en él una persona sentada sobre una mecedora, un chaval joven de veintipocos años que dormitaba tranquilamente hasta que oyó los pasos del caballo que llegaba. Derrick desmontó del caballo y se puso frente a la casa:
-Tú, ¿Eres John Marston?
El joven abrió un ojo, le miró de arriba a abajo, se levantó y se puso frente a Derrick:
-Soy Marston, pero me temo que no soy el que busca. Me llamo Jack y usted busca a mi padre, John, aunque creo que difícilmente podrá hablar con él.
-No me importan tus palabras, ¡Dime donde está tu padre o también acabaré contigo!
Jack hizo un gesto con la cabeza y señaló hacia un par de lapidas que había en una colina cercana, Derrick miró hacia allí y su cara se tornó en decepción:
-¿¡John Marston está muerto!?
-Desde hace 5 años, la otra lapida es la de mi madre.

Derrick estaba furioso y a la vez desilusionado, ya nunca podría batirse en duelo con la leyenda, pero lejos de olvidarse de todo, la rabia se apoderó de él:
-¡Me da igual todo! ¡He venido a matar a Marston y eso haré! Si no es tu padre, vas a ser tú.

De repente el ambiente se puso aun más tenso, ambos se miraban a los ojos esperando cualquier señal para desenfundar. Pasaron unos segundos en completo silencio hasta que se pudo oír la sirena del ferrocarril que pasaba cerca de la casa, momento que aprovecharon ambos para desenfundar, pero Jack fue más rápido y disparó a la mano de Derrick haciéndole soltar la pistola y dejándolo indefenso. Derrick fue a coger su arma nuevamente pero Jack disparó al revolver en el suelo, alejándolo un metro de él y obligando a Derrick a rendirse.

-Ha perdido, ahora le recomiendo que coja su caballo y se marche de aquí cuanto antes, no me gustaría tener que limpiar sus sesos esparcidos por mi propiedad.

Derrick gruñó enfadado, montó en su caballo y se alejó de allí totalmente rendido. Jack enfundó su arma, volvió a sentarse en la mecedora y miró a la tumba de su padre:
-Perra suerte la tuya, padre; Incluso muerto sigue viniendo gente a desafiar a la leyenda.

Y Jack volvió a acomodarse, cerró los ojos y se quedó allí descansando mientras un gigantesco sol caía sobre el horizonte dando paso a la silenciosa noche.

Descargar "La leyenda de John Marston"

1 comentario:

  1. We offer complete equipment and software to help you implement telemedicina systems from small scale (25 users) to large monitoring centers.

    ResponderEliminar