9 mar 2012

El pizzero



21:48 del 3 de febrero; Toni aún seguía sentado en una silla de aquel establecimiento mirando el partido de la tele con entusiasmo, deseando que no le surgiera ninguna entrega especial y pudiera terminar de ver el encuentro tranquilo.

La alegría le duro más bien poco; aunque estaba lejos de la cocina, fue capaz de oír como sonaba el teléfono y la voz de su compañero hablando:
-Rapid pizza, ¿Qué desea?...........ahá……….bien…..apuntado, ¿algo más?..........perfecto…….. ¿Con champiñones o sin champiñones?........bien…….vale, todo apuntado, ¿desea algo más?.........ok, pues en 10 minutos tendrá el pedido en su domicilio, gracias y buen provecho.
El compañero se asomó por la ventanilla de la cocina y se dirigió a Toni:
– ¡Eh Toni, mueve el culo, tienes que llevar esto a la calle Enrique VIII número 23 en 10 minutos o el encargado te pondrá a fregar retretes!

Toni cogió el pedido con desgana y salió por la puerta mientras miraba de reojo el partido, se montó en la moto mientras se abrochaba el casco, le dio a todo gas y se esforzó por llegar lo más pronto posible a la dirección para no atenerse a las consecuencias del tirano del encargado. 9 minutos después llegó a una urbanización de las afueras (no en muy buenas condiciones) y buscó la casa numero 23, casa que le costó encontrar porque le faltaba el número 3 en la pared y tuvo que intuir cual era por encontrarse entre la 22 y la 24.